viernes, 24 de noviembre de 2023

Redefiniendo la Evaluación Educativa: Más Allá de los Números

 


Recientemente, tuve la oportunidad de participar en un acto en la escuela de mis niñas, conmemorando el Día de la No Violencia contra la Mujer. Más allá de la ceremonia, hubo un aspecto que me llevó a una reflexión profunda sobre nuestro sistema educativo.

Durante el acto, se mencionó la entrega de calificaciones y cómo se aconsejaba a los estudiantes prestar atención a esos números para identificar áreas de mejora. Aquí surge mi preocupación: ¿realmente esos números por sí solos son suficientes para guiar a los estudiantes en su aprendizaje? ¿Estamos realmente proporcionando a los estudiantes la guía que necesitan para prosperar académicamente?

Las calificaciones, esos números que a menudo definen el éxito o el fracaso de un estudiante, parecen haberse convertido en el barómetro absoluto de la competencia académica. Sin embargo, me pregunto si realmente cumplen con su propósito. Un número en rojo puede indicar un problema, pero rara vez ofrece una solución o una dirección clara para el estudiante. En esta era de información y conocimiento, ¿no es hora de que reexaminemos cómo evaluamos y qué comunican realmente esas evaluaciones?

Desde la perspectiva de un educador, las calificaciones son herramientas útiles. Proporcionan una instantánea del rendimiento de un estudiante y ayudan a identificar áreas donde se requiere apoyo adicional. Sin embargo, para un estudiante, esos mismos números pueden ser enigmáticos y desalentadores. No brindan una orientación clara sobre cómo mejorar o en qué áreas específicas deben enfocar sus esfuerzos. Esta desconexión entre lo que los números significan para los maestros y lo que representan para los estudiantes puede ser un obstáculo significativo en el camino hacia el aprendizaje efectivo.

Consideremos el potencial de una evaluación más integral, una que no solo identifique las áreas de mejora, sino que también proporcione estrategias concretas para el desarrollo. Imaginemos un sistema que, en lugar de dejar a los estudiantes adivinando cómo mejorar, les ofrezca un plan claro y alcanzable para avanzar. Esta visión requiere un cambio significativo en nuestra aproximación a la evaluación, uno que reconozca la importancia de la retroalimentación constructiva y el apoyo continuo.

En mi defensa de las evaluaciones continuas, veo una oportunidad para transformarlas en una herramienta de empoderamiento. Más allá de medir el conocimiento, las evaluaciones deben ser un medio para fomentar el crecimiento y la curiosidad intelectual. Deben ser un diálogo entre el estudiante y el educador, una oportunidad para que cada parte comprenda mejor las necesidades y fortalezas del otro.

Es crucial que cada actor en el proceso educativo comprenda su papel en la evaluación. Los estudiantes deben ver las evaluaciones como una oportunidad para demostrar su aprendizaje y recibir orientación sobre cómo avanzar. Los educadores, por su parte, deben usar las evaluaciones como una herramienta para entender mejor las necesidades de sus estudiantes y adaptar su enseñanza para satisfacer esas necesidades.

Concluiré con un llamado a la acción para todos los involucrados en la educación: reexaminemos el propósito y la práctica de nuestras evaluaciones. Busquemos maneras de hacer que sirvan mejor a nuestros estudiantes, no solo como medidores de su rendimiento actual, sino como faros que iluminen su camino hacia el éxito futuro.



jueves, 2 de noviembre de 2023

Uruguay Atrae a Gigantes Tecnológicos: ¿Por qué no nosotros?

 


En los últimos días, una noticia ha resonado en la región: Google construirá su segundo centro de datos en Sudamérica, y el lugar elegido es Uruguay. Para muchos, esto es una señal de que Uruguay está avanzando en la senda de la innovación y la economía digital. Pero, ¿qué tiene Uruguay que lo hace tan atractivo para gigantes tecnológicos como Google? Y, lo que es aún más importante, ¿por qué no hemos logrado atraer inversiones similares en la República Dominicana?

Una de las razones clave detrás del éxito de esta medida en Uruguay podría radicar en su firme apuesta por la calidad de la educación. Si observamos las pruebas internacionales de PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos), Uruguay ocupa el puesto número 48, lo que indica un sistema educativo sólido y orientado hacia el futuro. En contraste, la República Dominicana aún enfrenta desafíos en la mejora de su sistema educativo y su posición en estas pruebas.

Si bien en la República Dominicana contamos con el Instituto Tecnológico de Las Américas (ITLA), una institución especializada en educación tecnológica, no hemos logrado capitalizar plenamente su potencial. A pesar de años de operación, no hemos visto el mismo tipo de inversiones tecnológicas que están llegando a Uruguay. Esto plantea interrogantes sobre la efectividad de nuestra inversión en educación y la conexión entre la formación que ofrecemos y las necesidades de la industria tecnológica.

Otro punto de comparación importante es la inversión en educación. Ambos países destinan aproximadamente el 4% de su PIB a la educación, lo que indica un compromiso similar en este aspecto. Entonces, ¿qué está frenando a la República Dominicana en la carrera por atraer inversiones tecnológicas?

Una preocupación que surge es la dependencia de nuestra economía de sectores como el turismo y las remesas de la diáspora. Aunque estas industrias son importantes y han sido tradicionalmente nuestras fuentes de ingresos, no debemos olvidar que el mundo está evolucionando hacia la economía digital y la tecnología de la información. La pandemia de COVID-19 ha destacado la importancia de la transformación digital en todos los sectores, desde la educación hasta el comercio y la atención médica.

Uruguay ha entendido esta transición y está apostando por la innovación y la tecnología como motores de su crecimiento económico. Es hora de que la República Dominicana siga este ejemplo y se tome en serio la inversión en educación y tecnología como el camino hacia un futuro más sólido y próspero. Dejemos de lado los modelos obsoletos y enfoquémonos en crear un capital humano altamente capacitado que atraiga inversiones tecnológicas, como lo está haciendo Uruguay.

En mi opinión, el éxito de Uruguay en atraer inversiones tecnológicas como la de Google no debería sorprendernos. El país ha demostrado su compromiso con la calidad educativa y la innovación. Es hora de que la República Dominicana siga este camino y apueste de manera decidida por la educación y la tecnología como motores de crecimiento. No podemos quedarnos atrás en la carrera hacia el futuro digital.


miércoles, 1 de noviembre de 2023

La Zona Colonial: Un Patrimonio Dominicano a Preservar



La Zona Colonial no es solo un lugar en el mapa de la República Dominicana, es un tesoro vivo, un legado que narra nuestra historia y cultura. Sin embargo, a menudo, su verdadera esencia se ve oscurecida, relegada a un mero recuerdo histórico o una propiedad de familias prominentes. Este enfoque cambió recientemente, de manera inesperada, gracias a la controversia generada por Santiago Matías. Su figura, aunque polémica, ha conseguido iluminar la relevancia de este enclave histórico, recordándonos su importancia.

No obstante, la Zona Colonial enfrenta retos que van más allá del olvido. Después del ocaso, su paisaje se transforma, convirtiéndose en un escenario para actividades que distan mucho de su valor histórico y cultural. La presencia de trabajadores sexuales, turistas en busca de excesos, personas bajo la influencia del alcohol o drogas, e incluso actividades delictivas, han teñido a esta zona de un cariz de inseguridad y decadencia.

Lo más alarmante es la ausencia de propuestas sólidas para rescatar y proteger este patrimonio invaluable. A pesar de los debates y la atención mediática, no se han presentado legislaciones o planes de acción concretos que establezcan límites claros y promuevan un entorno más seguro y respetuoso con su historia.

La polémica alrededor de Santiago Matías ha generado debates acalorados, especialmente en los círculos periodísticos. Pero es esencial no perder de vista el asunto principal: la necesidad de acciones concretas para salvaguardar la Zona Colonial. La preocupación debe traducirse en iniciativas que vayan más allá de la mera discusión.

Es necesario que todos los actores involucrados, desde ciudadanos hasta autoridades, unan esfuerzos en pro de este lugar emblemático. Se necesita con urgencia la creación y aplicación de medidas que protejan, restauren y realcen la Zona Colonial, no solo como un sitio de interés turístico, sino como un espacio vital para la memoria y la identidad dominicana. La oportunidad está sobre la mesa, y la responsabilidad recae en todos nosotros para garantizar que la Zona Colonial no solo sobreviva, sino que prospere para las futuras generaciones.

domingo, 18 de junio de 2023

El robo de tiempo en la educación: ¿Las empresas están arrebatando la infancia a los niños?



En los últimos años, hemos sido testigos de un fenómeno preocupante en el sistema educativo: la creciente influencia de las empresas en la forma en que se prepara a los niños para el futuro laboral. En su afán por asegurar una fuerza laboral altamente competente, las empresas han encontrado una manera sutil de infiltrarse en las aulas y dictar los ritmos y objetivos de la educación. Esto ha llevado a un robo de tiempo en la infancia, donde los momentos y los tempos necesarios para aprender a leer y a escribir sin presión, desarrollar el pensamiento crítico y fomentar la inteligencia emocional se ven reducidos o incluso eliminados.

Las escuelas, presionadas por la demanda de las empresas y la obsesión por la preparación laboral, han cedido ante estas influencias externas. Los planes de estudio se han vuelto cada vez más orientados hacia habilidades técnicas y conocimientos específicos para el trabajo, dejando poco espacio para el desarrollo integral de los niños. En lugar de fomentar una educación holística que promueva la curiosidad, la creatividad y la exploración, se prioriza el entrenamiento para el mundo laboral desde temprana edad.

Esta tendencia se refleja en la transformación de muchos centros educativos en politécnicos, donde se enfoca exclusivamente en la formación técnica y se descuida la diversidad de intereses y aptitudes de los estudiantes. Sin un análisis o estudio exhaustivo de las inclinaciones individuales, los estudiantes se ven obligados a seguir una carrera específica simplemente porque es la única opción que ofrece la escuela. Esto limita su libertad de elección y puede llevar a la frustración y el desencanto.

Lamentablemente, muchos padres han caído en la trampa de la falsa promesa de que al finalizar la escuela, sus hijos tendrán un fácil acceso al mundo laboral. Han sido seducidos por el discurso de las empresas y han dejado de lado la importancia de una educación integral y equilibrada. Se olvidan de que la educación no se trata solo de preparar a los niños para un empleo, sino de formar ciudadanos críticos y conscientes, capaces de enfrentar los desafíos del mundo con pensamiento independiente y habilidades emocionales.

Es crucial reconocer la necesidad de un cambio en esta dinámica. El Ministerio de Educación, al convocar a la elaboración de un plan de mejora de la educación que regirá los próximos 10 años, debe tener presente que la educación no puede convertirse en una fábrica de trabajadores. Es necesario recuperar el tiempo robado a la infancia, permitiendo que los niños aprendan a su propio ritmo y desarrollen habilidades sociales, emocionales y cognitivas de manera adecuada.

el sistema educativo se encuentra en una encrucijada peligrosa. El robo de tiempo en la infancia, impulsado por las presiones de las empresas y la obsesión por la preparación laboral, ha llevado a una reducción de momentos y tempos esenciales para el desarrollo integral de los niños. Las escuelas han cedido ante estas influencias, transformándose en centros enfocados en la formación técnica sin considerar las necesidades individuales de los estudiantes.

Es esencial que seamos conscientes de la importancia de una educación equilibrada que promueva el pensamiento crítico, la creatividad y la inteligencia emocional. No podemos permitir que las empresas dicten el rumbo de la educación, limitando las opciones de los estudiantes y robándoles la oportunidad de explorar sus intereses y talentos.

El Ministerio de Educación debe asumir su responsabilidad y garantizar que los planes de mejora de la educación se enfoquen en recuperar el tiempo robado a la infancia y promover una educación integral. Es necesario fomentar la autonomía de las escuelas, brindar apoyo a los docentes y considerar las opiniones de expertos en pedagogía para diseñar un sistema educativo que realmente prepare a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo, no solo laboralmente, sino también como seres humanos capaces de pensar críticamente y relacionarse con empatía.

La educación es un pilar fundamental para el desarrollo de una sociedad justa y equitativa. No debemos permitir que se convierta en una mera herramienta para satisfacer las necesidades de las empresas. Es hora de replantear nuestro enfoque y asegurarnos de que los niños tengan el tiempo y el espacio necesarios para crecer, aprender y convertirse en individuos plenos y conscientes. Es responsabilidad de todos velar por el bienestar y el futuro de nuestras generaciones más jóvenes, y eso comienza por garantizarles una educación de calidad que honre su tiempo y su potencial.


jueves, 25 de mayo de 2023

Tiempos inciertos: Preocupaciones sobre un tratado mundial contra la pandemia



La protección de la salud y los derechos humanos deben ir de la mano en la búsqueda de soluciones globales.

En medio de la lucha continua contra la pandemia de COVID-19, se han iniciado negociaciones para establecer un tratado mundial que pueda prevenir y abordar futuras crisis de salud. Sin embargo, a medida que avanzan las conversaciones, surgen preocupaciones sobre la viabilidad y efectividad de dicho tratado.

La propuesta inicial del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, fue recibida con esperanza en los momentos más difíciles de la pandemia. El objetivo era establecer un conjunto de reglas y directrices para guiar a los países en la preparación y respuesta ante futuras pandemias. Sin embargo, con solo 12 meses para llegar a un acuerdo y los países divididos en temas clave, el tratado parece enfrentar obstáculos significativos.

Una de las principales preocupaciones radica en la falta de consenso en torno a los derechos de propiedad intelectual y las reglas de intercambio de productos médicos durante una crisis de salud. Esto plantea interrogantes sobre la posibilidad de alcanzar un compromiso sustancial y efectivo que beneficie a todos los países.

Además, es crucial abordar el tema del cumplimiento de lo acordado. Un tratado sin mecanismos adecuados de cumplimiento se convierte en poco más que un pedazo de papel. Es esencial establecer un sistema sólido de supervisión y aplicación para garantizar que los países cumplan con sus compromisos y responsabilidades.

Si bien reconocemos la importancia de abordar y prevenir futuras pandemias, debemos tener en cuenta las lecciones aprendidas durante la crisis de COVID-19. Durante esta pandemia, se impusieron restricciones a los derechos fundamentales, incluida la libertad de expresión, en nombre de la salud pública. Es crucial encontrar un equilibrio adecuado entre la protección de la salud y los derechos individuales, evitando una erosión excesiva de las libertades civiles.

En el contexto de la República Dominicana, es fundamental que los líderes y responsables de la toma de decisiones consideren estas preocupaciones. En lugar de apresurarse en firmar un tratado sin una base sólida, se deben realizar consultas y evaluaciones exhaustivas para comprender plenamente las implicaciones y los posibles efectos a largo plazo.

Además, es esencial fortalecer los sistemas de salud y mejorar la capacidad de respuesta ante emergencias sanitarias. Esto implica invertir en infraestructuras, capacitación del personal médico y acceso equitativo a vacunas y tratamientos, priorizando la salud y el bienestar de la población.

Si bien la idea de un tratado mundial contra la pandemia puede parecer prometedora, es crucial abordar las preocupaciones existentes y garantizar que se respeten los derechos fundamentales. La República Dominicana debe tomar decisiones informadas, teniendo en cuenta el contexto local y las necesidades de su población. Solo así podremos avanzar hacia un futuro más saludable y resiliente.

lunes, 22 de mayo de 2023

Indignación ante la falta de apoyo estatal para niños especiales

En los últimos días, hemos sido testigos de dos casos preocupantes que han generado indignación en la sociedad dominicana. Por un lado, la clausura del Centro de Terapias Neurocognitivas y Psicopedagogías Kongland, dirigido por Elizabeth Silverio, por violación a la Ley de Salud 42-01. Por otro lado, la situación de los padres que tenían a sus hijos en dicho centro y que ahora se enfrentan a la difícil realidad de no encontrar un lugar donde dejar a sus hijos para recibir la atención especializada que necesitan.

Es lamentable constatar cómo la falta de control y supervisión por parte del Estado permite que personas sin los debidos títulos y certificaciones ejerzan en áreas de vital importancia como la salud y la educación. En el caso de Elizabeth Silverio, las acusaciones de haber falsificado títulos de posgrados y doctorados han dejado en evidencia la vulnerabilidad de los pacientes que confiaron en sus servicios.

Sin embargo, la indignación va más allá de estos casos específicos. Nos preocupa la indolencia del Estado y del Ministerio de Educación al no garantizar lugares adecuados donde los niños especiales puedan recibir la ayuda y atención que necesitan. Los padres, que ya se enfrentaban a múltiples desafíos en el cuidado de sus hijos, ahora se ven en una situación aún más difícil al no encontrar alternativas para continuar su proceso de mejora.

Es responsabilidad del Estado garantizar la igualdad de oportunidades y el acceso a una educación inclusiva para todos los ciudadanos, especialmente aquellos que presentan necesidades especiales. La falta de espacios disponibles y la ausencia de políticas claras y efectivas para la atención de estos casos demuestra una preocupante negligencia por parte de las autoridades.

Es fundamental que el Ministerio de Educación y otras instituciones pertinentes tomen medidas inmediatas para solucionar esta problemática. Se deben establecer convenios con centros especializados, promover la formación de profesionales en el área de educación especial y brindar apoyo y recursos a las familias que se encuentran en esta situación.

La sociedad dominicana no puede permitir que los derechos y el bienestar de los niños especiales sean pasados por alto. Es hora de exigir un compromiso real por parte del Estado y de todas las instituciones involucradas para garantizar la atención y el desarrollo integral de estos niños. Solo a través de una educación inclusiva y de calidad podremos construir un futuro más justo y equitativo para todos.

Esperamos que estas situaciones sirvan como llamado de atención y motiven a las autoridades a tomar acciones concretas para brindar soluciones y apoyo a las familias afectadas. La sociedad dominicana debe unirse en defensa de los derechos de los niños especiales y no permitir que la indolencia y la falta de compromiso sigan prevaleciendo en nuestro país. Es hora de actuar y hacer valer la dignidad y el bienestar de todos los ciudadanos, sin excepción.

 

martes, 16 de mayo de 2023

Impulsando la calidad educativa: La Academia de Ciencias de la República Dominicana como aliada en la obtención de fondos europeos



Hace tan solo un día tuve el privilegio de asistir a una enriquecedora charla organizada por la Academia de Ciencias de la República Dominicana (ACRD), titulada "¿Cómo elaborar un proyecto que pueda optar a los fondos Europeos?". El evento estuvo a cargo del destacado Dr. Darwin Muñoz, reconocido experto en temas de proyectos y fondos de la Unión Europea.

No cabe duda de que tener acceso a este tipo de información es de gran ayuda para los investigadores, especialmente aquellos del ámbito educativo, al cual pertenezco. Contar con recursos de fondos europeos nos permite impulsar la calidad educativa y mejorar nuestro sistema en beneficio de nuestros estudiantes.

Además de los beneficios evidentes, quiero destacar y reconocer la valiosa invitación que nos ha extendido la ACRD para acercarnos a ellos en busca de apoyo para los procesos de investigación en el país que consideren viables. Esta iniciativa representa un espaldarazo significativo para los investigadores del sector educativo, quienes a menudo enfrentamos desafíos y burocracias en nuestras labores de investigación. Con el respaldo de la academia, se abren nuevas oportunidades y posibilidades para desarrollar nuestras ideas.

En mi caso particular, he experimentado cómo decenas de ideas de investigación para el sector educativo y técnico profesional no han podido materializarse debido al hermetismo de las instituciones rectoras y de los centros educativos, y la desconfianza de ser asociado con figuras mediáticas o periodistas reconocidos. Sin embargo, con la invitación de la ACRD, siento un aliento renovado y una esperanza de que estos obstáculos se puedan superar.

Asimismo, deseo felicitar al señor Arturo Holguín, quien durante la charla nos instó a ver a la academia como una casa familiar, cuyas instalaciones están abiertas no solo para eventos y charlas, sino como un espacio vivo y dinámico. Esta actitud refuerza el compromiso de la ACRD de ser un actor activo en el impulso de la investigación y desarrollo científico en nuestro país.

Hago un llamado a todos los investigadores a ver esta invitación de la Academia de Ciencias como una oportunidad única para fortalecer nuestro sistema educativo y seguir mejorando. La colaboración y el trabajo conjunto son fundamentales para lograr avances significativos en nuestra sociedad.

La Academia de Ciencias de la República Dominicana se erige como un aliado clave en la obtención de fondos europeos y en el impulso de la investigación en el ámbito educativo. Aprovechemos esta oportunidad y trabajemos juntos para construir un futuro prometedor para nuestra educación.

Juntos, podemos alcanzar grandes logros y asegurar un mejor mañana para las generaciones venideras. Confío en que esta invitación de la Academia de Ciencias marcará un punto de inflexión en el impulso de la educación y la investigación en nuestro país. Aprovechemos esta oportunidad para unir esfuerzos, colaborar y construir un futuro en el que la calidad educativa sea una realidad para todos los dominicanos.